Debate cerrado
Sociedad Red
Según Castells, los modos de producción durante el desarrollo del siglo pasado fueron el capitalismo y el estatismo. Al modo de producción capitalista lo caracteriza la escisión entre productores y medios de producción, así como “la conversión del trabajo en un bien y la propiedad privada de los medios de producción como base del control del capital [aspectos que] determinan el principio básico de la apropiación y distribución del excedente por los capitalistas” (Ibidem, 42) . En el modo de producción estatista, por otro lado, el control del excedente recae en los sujetos que administra el Estado (mediante empresas estatales); dicho modelo, a su vez, está canalizado hacia la maximización del poder, a través del control político y cultural (Véase Giddens, 2000, 27). Los modos de desarrollo están constituidos por la relación tecnológica que el trabajador establece con la materia para transformarla en producto, y cada modo es definido por “el elemento que es fundamental para fomentar la productividad en el proceso de producción” (Castells, opus citatus, 42). De esta manera, en el modo de desarrollo agrario, los excedentes aumentaban gracias al incremento, durante el proceso de producción, de (la relación entre) mano de obra y tierra. En el modo de desarrollo industrial el incremento de excedente se da gracias al descubrimiento de nuevas fuentes de energía y el carácter descentralizado de “su uso durante la producción y los procesos de circulación” (Ibidem), es decir, la invención de maquinarias durante las dos revoluciones industriales (la que dio inicio en el último trienio del siglo XVIII y la que se comenzó a gestar a mediados del siglo XIX) modificó la relación tecnológica entre las fuerzas productivas y la materia, esto llevó a la sedimentación del modo de desarrollo industrial y a la progresiva consolidación de un sofisticado modo de producción capitalista. Según Castells, la irrupción vertiginosa que implicó el desarrollo de la revolución de las tecnologías de la información ha sedimentado un tercer modo de desarrollo concomitante a los primeros dos, y que se establecerá progresivamente como el dominante: se trata del modo de desarrollo informacional, en el que la “fuente de la productividad estriba en la tecnología de la generación del conocimiento, el procesamiento de la información y la comunicación de símbolos” (Ibidem, 43). Empero, la característica fundamental del modo de desarrollo informacional, estriba en “la acción del conocimiento sobre sí mismo como principal fuente de productividad” (Ibidem). ¿Usted estaría de acuerdo con Castells que la sociedad estaría sujeta a un nuevo modelo de producción? (Para Castells, la sociedad ha entrado en un nuevo régimen de producción del espacio y del tiempo. Un régimen donde la conexión instantánea entre diferentes puntos del planeta conllevó a sostener una supuesta contracción espacio-temporal en la cual el mundo se transformaría en una aldea global. Castells se refiere a un nuevo régimen que denomina “Sociedad Red”, cuya característica son los flujos y sus nodos que adquieren preeminencia sobre los territorios estatales (Castells, 2003). ¿O cree que sería una etapa más del modelo capitalista? (Autores como Garnham (2000) han criticado la noción de red o empresa red de Castells, ya que la misma se convierte en símbolo del fin de la contradicción entre trabajo y capital que ha condicionado la era industrial. Para Garnham la tesis de Castells, -sólo permanecen en el ruedo los trabajadores en red erigidos en clase dirigente por ser portadores del espíritu del informacionalismo- vacía al cibermundo de sus agentes sociales y el proceso de trabajo sólo a través de la relación técnica. Según este autor, a diferencia de Castells, el desarrollo informacional sigue siendo “elaborado por, y puesto al servicio de, un conjunto de relaciones de propiedad con fines de acumulación, y no a la inversa” (Garnham, 2000:70). |
Postura A: Castells
Votos 7
Postura B: Garnham
Votos 29
Otra
dice:Si bien suscribimos a la postura de Castells en el sentido de que han ocurrido cambios sustanciales en las formas de interacción, de que las barreras espacio-temporales son cada vez menos lineales y difusas, y que nunca se produjo y a la vez se consumió tanta información como hoy en día debido a la “aldea global” o a la “sociedad red” nos parece que eso dista de insinuar el alejamiento o la superación de un modo de producción capitalista. Quizás exista si la posibilidad de que nos dirijamos hacia el lugar que plantea Castells, pero vemos que actualmente si bien existen los ejemplos, que consideramos excepciones, a grosso modo son muy pocos los trabajos y las formas de producción que pueden prescindir de una persona trabajando/produciendo en un mismo lugar físico y temporal.
En otro sentido, creemos que no todos estamos en la misma condición de producir información y contenidos, al menos no con idéntica trascendencia, parece claro que quienes tienen la “hegemonía” en un sentido Gramsciano o mejor aún, quienes controlan los medios de comunicación, por usar una expresión de Chomsky, siguen siendo unos pocos (por más de que los medios varíen y se renueven).
Otra
dice:Postura B: Garnham
Creemos que si bien se puede hablar de una forma de capitalismo “diferente” (postcapitalismo), siguen estando en funcionamiento los elementos que lo caracterizan. A saber: dueños de los medios de producción (aún si estos son de carácter informático, simbólico, intelectual, etc.), relaciones asimétricas entre el capitalista y el trabajador y, aún más importante, atravesamientos sociales característicos de una clase dominante que establece determinadas formas vinculantes.
Por otra parte, sostenemos que Castells al referirse al “círculo de retroalimentación acumulativo entre la innovación y sus usos” pierde de vista que la generación (desde el conocimiento) de nuevo conocimiento responde a un sujeto o grupo de sujetos que se ven beneficiados. Este beneficio consiste en acumulación de información y conocimiento que lleva a la acumulación de capital y por tanto (ya que estamos en una sociedad capitalista) de poder.
A modo de conclusión: si bien es cierto que existe un desplazamiento de formas productivas sobre lo material hacia la producción de información y su consecuente despliegue de redes simbólicas (esto es: del capitalismo a un poscapitalismo), este no representa el fin del capitalismo. Por el contrario, pensamos que incluso podría significar un abarcar nuevas formas de capitalización y por tanto una perpetuación del sistema en cuestión.
Otra
dice:GRUPO 6
Nos inclinamos más por la postura B, porque no creemos que las tecnologías por si solas impacten en la sociedad lo suficiente para insertarnos en una nueva etapa. El capitalismo es una parte fundamental de la sociedad, y sin ella tal vez la tecnología no se hubiera desarrollado de la forma que lo hizo. Por esto, estas tecnologías están en pocas manos, y pueden ser manipuladas por estos o por los gobiernos-Estados.
Castells confía mucho en el poder que las tecnologías le dan a los individuos, pero como vemos en el caso de Venezuela, las tecnologías pueden estar controladas.
Se siguen manteniendo las estructuras tradicionales de poder. La información se hace mas accesible y por lo tanto la formación de conocimiento se expande pero siguen estando implicados los intereses de los grandes poderes económicos, politicos, etc. de por medio que filtran la información y por lo tanto influyen en la construcción de conocimiento. Por otro lado este modo de desarrollo informacional se da en un contexto de un sistema capitalista, como es el actual y por ende se inscribe en sus estructuras. Si bien es cierto que se construyen estas redes de información no de distribuyen de igual manera equiparando las condiciones de participación sino manteniendo o incluso acentuando las brechas preexistentes
No creemos que los nuevos medios de comunicación y la llamada sociedad red determinen los modos de producción. Sino que son una herramienta más del capitalismo el cual ha hecho que este avance notoriamente, pero no es lo que determina la producción, sino que se ha convertido en un arma muy poderosa para lograr controlar la producción. Pero como dice la postura b, seguimos estando determinados como sociedad por el capitalismo y no por los medios de comunicación.
Otra
dice:Para realizar una crítica primero debemos tratar con las ideas claves en Castells.
Castells afirma que estamos pasando de la era industrial a la era de la información, este cambio tiene que ver con el advenimiento de las nuevas tecnologías de la información (aquí castells enfatiza en las tecnologías de comunicación y en los avances en la ingeniería genética). La información a la que hoy se puede acceder determina de manera fundamental la productividad económica (Castells dice que estamos en una etapa tecno-económica). Castells, a su vez plantea el concepto de redes para explicar la nueva forma de organización social, esto hace que con internet se descentralicen las operaciones, para el autor ya no hablamos de una verticalidad como característica de la comunicación en una empresa por ejemplo, sino de una horizontalidad . La lógica de las redes para Castells son las que controlan por el poder que tienen, algunas redes, como las de capital financiero tienen una escala global. Este nuevo ambiente requiere de trabajadores que sean flexibles y calificados(porque quienes poseen estas capacidades serán quienes formen parte de la red, y quienes no tengan nada para “sumar” serán excluidos). El cambio de productividad al que se refiere castells tiene que ver con esto, y también con que gran parte del poder de los capitalistas se desplazó a quienes manejan las redes, lo que es nuevo, afirma, es el cambio informacional a la manipulación de la información misma: la “acción del conocimiento sobre el conocimiento mismo”.
Crítica:
Garnham, primero considera a Castells como un determinista tecnológico porque dice que nosotros generamos conocimiento para hacer una maquina y esta máquina en sí misma genera información y conocimiento.
Pero la crítica de Garnham hacia Castells, sin embargo, se centra en la productividad. Castells sostiene que la economía de la red depende de los aumentos de la productividad posibles gracias a la tecnología de la información. Pero para Garnham, hay poca evidencia de estos aumentos de productividad , incluso si la producción de información está aumentando la productividad, esta actividad es difícil de medir y mercantilizar por los capitalistas, por lo que es difícil integrarse en una economía capitalista. Garnham dice que la productividad puede ser examinada en términos de consumo e inversión y las relaciones de producción. Aquí critica el papel relativamente autónomo del modo de desarrollo, enfatizando en cambio el papel determinante del modo de producción. La tecnología trabaja por el capital, se desarrolla y se pone al servicio de un conjunto de relaciones de propiedad y el objetivo de la acumulación, y no a la inversa . Para Garnham siempre que estemos frente a situaciones que se enmarcan en acuerdo consciente con la lógica de la acumulación del capital, estamos frente al capitalismo, por lo cual, lo que plantea Castells de la era del tecno-capital no sería válido (si vemos la información como capital y acumularlo es la meta estaríamos frente a la lógica capitalista)
Como explica Garnham los capitalistas mantienen el control, el poder dentro de las redes se reorganiza pero no se deja internet al libre consumo, el poder está cada vez en menos manos. La tecnología lo que sí permite es la flexibilidad, pero por ejemplo lo del codigo libre demuestra que hay quienes siguen teniendo el poder (porque no todos pueden acceder a todo) . La variable sigue siendo el poder y no la conexión.
Quienes poseen propiedades tienen un mejor acceso a la educación, y sus miembros son dominantes en las posiciones gerenciales superiores que Castells afirma están en control de las redes, lo que a Castells se le olvido plantear sería ¿quiénes y porqué tienen acceso a las redes?. La sociedad en red desde la posición de Garnham estaría planteada más como el avance de la sociedad industrial que de una nueva era, porque el capitalismo sigue siendo la base económica de la sociedad.
Otra
dice:Grupo 11
Nuestra postura es mas cercana a Garnham porque consideramos que la característica fundamental del capitalismo, la relación trabajador propietario, no ha sido modificada por el nuevo contexto digital. La aparición de nuevas tecnologías ha modificado la producción en lo que refiere a la generación de valor, pero siguen existiendo empresas multinacionales que funcionan con este nuevo contexto tales como Facebook, Google, etc. El capital sigue siendo necesario para generar mas riqueza, tal como sostiene Castells los innovadores de Silicon Valley no podrían haber sobrevivido sin la generosa financiación y los mercados protegidos por un gobierno estadounidense ansiosos por recobrar la superioridad tecnológica sobre la Unión Soviética.
Además al igual que antes de la aparición de estas tecnologías, los centros de poder siguen ubicándose en los países llamados “de centro”, las mayores empresas transaccionales de Internet tiene su origen y grupo dirigente en tales países. La brecha digital (y porque no, la cultural) también es un impedimento para que se cambie el modelo de producción, aunque Castells sostenga que en España la tecnología ha llegado a prácticamente el total de la población, esa brecha se ve reflejada en el contexto global ya que la situación no es la misma en muchos países del periferia.
Otra
dice:A modo de conclusión, si bien estamos de acuerdo con algunos aspectos que plantea Castells, creemos que la sociedad no estaría sujeta a un nuevo modelo de producción, ya que no habrá una nueva sociedad si no se encuentra completamente conectada. Hoy en día debido a las desigualdades, quienes no se encuentran dentro de esas redes se encuentran marginados y la difusión tecnológica se distribuye de manera selectiva.
De acuerdo con Castells, los ciudadanos informados son más capaces de producir conocimiento, información y valor dentro de la economía, “por primera vez la mente humana es una fuerza productiva directa, no solo un elemento decisivo del sistema de producción”.
La información desde su generación, hasta la transmisión pasando por su procesamiento es una fuente fundamental de la productividad y el poder. De esta forma, las nuevas tecnologías alteran el modo del desarrollo de las sociedades dando lugar a una “nueva economía”. Esta transición al informacionalismo, no es un modo de producción sino un “modo de desarrollo”: no altera la estructura de apropiación y control sino que se reajusta conforme a sus propios intereses clasistas.
Al decir que es un modo de desarrollo y no de producción, decimos que las nuevas tecnologías de la información en ausencias de nuevas energías se encuentran incompletas, ya que no es lógico afirmar que hay una nueva economía desde el punto de vista energético cuando energéticamente continuamos atrapados en la antigua economía industrial. Por lo tanto, el motor de la información como principal incrementador de la productividad puede pararse tanto le falte energía.
En cuanto a la velocidad y la difusión tecnológica podemos decir que es selectiva, tanto social como funcionalmente: las oportunidades se diferencian en el acceso al poder de la tecnología para los países, las regiones y las personas, por lo tanto es una fuente crítica de desigualdad en la sociedad. Dicho de este modo, consideramos que Castells no se refiere a un determinismo por parte de la tecnología sino que impone ciertas interacciones y moldeados por el nuevo medio tecnológico, que permiten el surgimiento y la expansión de este nuevo modo de producir, de relacionarse y de vivir.
Dentro de esas redes no todos tienen igualdad de condiciones, el poder sigue siendo exclusivo de unos pocos. Lo que nos hace detenernos a pensar (y apoyar) la idea de Garnham que plantea que el desarrollo informacional de igual manera sigue siendo elaborado por quienes tienen poder y en base a esas relaciones de propiedad, buscando acumulación.
Las relaciones de poder siempre han sido fundamentales en toda sociedad ya que los que tienen el poder, organizan, institucionalizan las vidas en función de sus intereses y valores, pero a su vez, siempre existe un “contrapoder”. El concepto de lucha de clases, tuvo su papel histórico pero no va acompañado a la realidad de hoy: las luchas sociales de hoy son luchas por los derechos humanos y no luchas de clases (haciendo referencia a los cambios que surgen en esta nueva era de la información y el lugar que adquirió la web para la formación de nuevas relaciones sociales).
Otra
dice:El poder del sistema capitalista está ya tan arraigado que es difícil concebir una superación de este. Las tecnologías supusieron un gran avance en la sociedad, y con esto vinieron grandes cambios a nivel político, económico y social. Pero estas modificaciones responden a un proceso de mutua interacción dentro del sistema capitalista actual. No consideramos que el avance haya sido tal como para ir más allá de este, no por falta de desarrollo tecnológico sino por una organización social que va a tiempos más lentos. Mismo Castells plantea en una entrevista realizada para Clarín (*) que la capacidad comunicativa generada por la web dejó atrás a las sociedades y sus organizaciones. Como ejemplo de esto pone a las escuelas y hospitales, que no logran hacer una integración de la tecnología acorde al avance de la misma y sus potencialidades. Las posibilidades para el cambio están planteadas desde la base del cooperativismo, con estructuras abiertas y participativas que brinden la oportunidad del intercambio entre las sociedades y que dejen de lado la desigual distribución del poder. De igual modo creemos que aún no ocupa un lugar tan preponderante en las sociedades actuales como para ser considerado un modelo aparte, debido a la fragmentación aún existente entre la sociedad, su estructuración y la red.
* https://www.revistaenie.clarin.com/ideas/manuel-castells-sociabilidad-real-hoy-internet_0_SJ0QH5rswme.html
Otra
dice:Si bien creemos que las tecnologías de la información y la comunicación, como el procesamiento de datos son fundamentales en la sociedad en la que estamos, no creemos que haya generado por se un cambio en los modelos productivos -que evidentemente no dejan de estar cada vez más tecnificados- como si ocurrió en las revoluciones industriales en el siglo XVIII y XIX. Las tecnologías de la información siguen estando al servicio de un grupo ínfimo de empresas privadas que hacen uso de las mismas para perpetuar el modelo capitalista, contradiciendo así la idea de aldea global tomada de McLuhan o mismo la idea de Sociedad en Red que propone el propio Castells.
Otra
dice:FE DE ERRATA: La postura en vez de “Otra”, era “Postura B”. Fue un descuido mío al momento de marcarlo. Pido las disculpas pertinentes.
Gracias, Bruno.
Otra
dice:GRUPO 12
La postura de Castells marca una “sociedad en red” basada en un modelo de producción que elimina las barreras espacio – temporales. Sin lugar a dudas si seguimos de cerca lo que plantea el autor, veremos que hace alusión a una comunidad virtual donde se generó la globalización, de la mano de la tecnología y principalmente el internet.
Si analizamos autores como McLuhan, quien ya hablaba de la “aldea global”, podemos deducir que la posición no es descabellada. Es claro que hoy se vive una vorágine en donde todo es instantáneo: la comunicación, las noticias, la misma producción. Sin embargo, no podemos dejar de pensar en algunas barreras; la distancia para el comercio, por ejemplo.
Si retomamos desde este punto, podemos citar a Garnham. Más allá de acordar con Castells en gran parte de sus afirmaciones, es indudable que la nueva forma de organización y producción está dado por el gran interés económico del sistema que domina los tiempos posmodernos: el capitalismo.
Abarca todos los ámbitos, desde lo social y cultural, hasta lo político. Más aún viendo la realidad de países que son potencias, como Estados Unidos, donde la decisión de los ciudadanos marcó la elección de Donald Trump, un tipo que cimentó su carrera política en las herramientas que le propone e impone el mundo actual.
Viendo tal realidad, podemos preguntarnos ¿se puede detener el fenómeno de las sociedades en red? La respuesta no pasa por detenerlo, sino por analizar si es posible controlar el nuevo régimen, que superan fronteras estatales (aquí la referencia para los “nodos” a los que alude Castells).
Es el mismo Castells que cree en un dominio de aquellos países que pueden crear conocimiento, información e innovación (cuenta con tres etapas: la microelectrónica, los ordenadores y las telecomunicaciones). El valor en una economía de “información y conocimiento” será lo que domine esa gran “comunidad global”.
En nuestro grupo surge la discusión de que “vivimos con internet, pero no EN internet” ya que como expresamos anteriormente, hay espacios de interacción y trabajo.
Volvamos a Garnham; el autor hace referencia a que la tesis de Castells se basa en el dominio que pueden generar los dirigentes gracias al cibermundo. Sí, es claro que aquellos que tienen poder son los manipuladores de lo informacional y eso influye en los agentes sociales, pero esto no alcanza para refutar al autor español.
Nuestro grupo está en acuerdo con la postura de Castells ya que es claro que se ha generado un nuevo modelo de producción; el tiempo y el espacio ya no son un obstáculo e incluso los “nodos” son una realidad, ya que los estados han perdido batallas en el plano tecnológico. Ahora bien, hay muchos matices. Y seguro no sea un reflejo completo de la realidad, pero se acerca. Igualmente, Garnham da aportes muy interesantes si nos centramos en el plano económico, donde sin dudas continúa siendo importante una herramienta que no la dio el internet: el poder.
Otra
dice:DATO EXTRA:
Para finalizar, un punto clave del autor con respecto a internet y que se puede demostrar claramente con la idea de poder, es que más allá de que con el avance tecnológico, la sociedad ha podido mejorar en varios aspectos, y se ha “democratizado”; es importante resaltar que aún no todas las personas tienen el derecho y el acceso a la misma. Lo que genera un gran problema, desigualdad y diferencia de poder en el mercado. Estas personas pueden ser desde los adultos que no se pueden integrar fácilmente a las nuevas tecnologías, como también cualquier otra persona que no tenga el poder económico o su contexto no brinde acceso a la misma. Entonces podemos decir que hay personas que quedan por fuera de esta red global, están aisladas de la sociedad (a nivel tecnológico e informativo).
Otra
dice:Por un lado, creemos que sin lugar a dudas, las tecnologías en información y comunicación han cambiado el panorama enormemente. Y coincidimos hasta cierto punto con la consigna de que la sociedad estaría sujeta a un nuevo modelo de producción, ya que nunca antes se trabajo con maquinarias que producían información y conectando al mundo casi de manera instantánea. Pero por otro lado, adherimos a la postura de Garnham, y creemos que por mas revolucionario que sea el nuevo modelo comunicacional, este responde a una etapa mas del modelo capitalista, donde lo que termina definiendo las cosas es el, aunque sea redundante, el capital. La maquina de vapor, modifico muchísimas cuestiones en su época (velocidad, facilidad para el desarrollo de tareas), pero mirándola en perspectiva es imposible no afirmar que termino siendo una etapa mas, en nuestra historia.
Otra
dice:Les compartimos dos artículo en relación a lo que venimos viendo en las clases:
http://internacional.elpais.com/internacional/2017/04/09/america/1491758601_504184.html (Castells)
http://retina.elpais.com/retina/2017/04/09/tendencias/1491755541_042969.html (HIlbert)
🙂