Discusión y conclusiones
Las novedosas formas de relacionamiento y/o construcciones tecno-sociales que emergen a través de WhatsAPP, como consecuencia del despliegue de las nuevas tecnologías, visibilizan que Internet no es solo una herramienta que permite relacionarnos de otra manera con el territorio y lo social, con el espacio, el tiempo y el lugar, sino que es una herramienta que debiera ser entendida como un espacio social en sí mismo, donde las relaciones se hacen y están presentes. Se señala en este estudio que tales formas de relación tecno-sociales están habilitando nuevas extraterritorialidades, virtuales, que generan un espacio TGS que afectaría a los estudiantes en la inclusión o exclusión de territorios concebidos como nuevos modos de interacción, estrategias y apropiaciones, pero no solo de recursos y materiales académicos, sino también del sentido en los procesos de aprendizaje. Los espacios TGS no implican necesariamente conectar más a la gente, ni sostener una conexión institucional que reproduce viejas lógicas de enseñanza -como es el caso de EVA-, sino darle sentido a esas conexiones digitales para mejorar también las conexiones entre lo formal y lo informal, los docentes y los estudiantes, y el estudio-aprendizaje.
Tal como se muestra en esta investigación, el acceso y/o uso de Internet no es un inconveniente para la mayoría de los estudiantes de la FIC. El desafío está en las prácticas de enseñanza y aprendizaje que se implementan en la institución a partir de Internet, ya que generan un sentido de dependencia y confort en los estudiantes, tal como ellos mismos señalan en los grupos de discusión. Las prácticas docentes en la plataforma EVA, o la “EVAdependencia” como mencionan los alumnos de la FIC, podrían estar generando formas de asistencialismo que en los trabajos de grado o cursos de posgrados quedan en evidencia, ya que los estudiantes muestran, por ejemplo, dificultades para buscar o tener una actitud proactiva en el acceso a la información que necesitan: “Todas esas competencias que hoy le pedimos a esos estudiantes en relación a las tecnologías y al uso de internet no se les pide en los cursos, solo es leer… y venir al parcial. Cuando los estudiantes hacen uso de las tecnologías no sé si logran desarrollar esas competencias, porque en realidad no se las estamos promoviendo”, como señala la ex articuladora de EVA.
La conexión a WhatsApp emerge con fuerza en este estudio, quizás como antes lo fue Facebook, pero no simplemente como parte de la revolución tecnológica, sino, como explica Castells (2004), como un nuevo modo de relación entre los procesos simbólicos —que constituyen lo cultural— y las formas de producción y distribución de los bienes y servicios. Entendemos entonces que los nuevos espacios Tecnológicos, Geográficos y Sociales, como WhatsApp, dan cuenta no solamente de la revolución tecnológica, sino también de: a) nuevos modos de percepción y tecno-sociabilidades que habilitaron las TIC; b) de la convergencia, fragmentación e hibridación de recursos y funcionalidades para apoyar a las estrategias de aprendizaje; c) de la apropiación tecnológica que genera nuevas formas de relacionamiento regladas por prácticas tecno-informacionales y tecno-comunicacionales que constituyen e instituyen los estudiantes (gestionadas a partir de sistemas propios de gobernanza dentro de ese espacio que condensa lógicas y temporalidades diversas estableciendo nuevas relaciones con el espacio, el tiempo y el lugar); d) de la articulación de “saberes” (formales e informales) que circulan a través de las TIC y del conjunto de prácticas y representaciones que median las relaciones entre la cultura y la tecnología construyendo sentido en la vida cotidiana de los jóvenes; e) de concebir fenómenos de integración y exclusión informacional y comunicacional y; f) de formas de conexión heterárquicas y creativas.
En resumen, entender la configuración de WhatsApp como un espacio TGS implica dar cuenta también de las dinámicas, prácticas e interacciones que surgen en ese espacio y que involucra relaciones tanto jerárquicas como heterárquicas, de inclusión y exclusión informacional y comunicacional, y que permite niveles de interdependencia en la organización para que cada parte aprenda de las demás. La plataforma WhatsApp creció exponencialmente, por encima de ADAN y EVA, entre otras razones, porque: a) su funcionamiento posibilita flexibilizar los tiempos del proceso de enseñanza y aprendizaje a los distintos requerimientos y disponibilidades de cada estudiante; b) genera ambientes de aprendizaje colaborativos experienciales, de saberes y demandas colectivas; c) se desarrollan procesos distintos, de forma simultánea, entre el docente y el estudiante (tanto jerárquicas como heterárquicas) con dinámica de interacciones en un espacio TGS; d) se relacionan en base a la emoción de la aceptación mutua, de intereses y códigos compartidos, participando y produciendo un conjunto de prácticas y representaciones que dan sentido y re-significan sus vidas diarias a partir de los grupos que habitan ese espacio y que, además, habilitan múltiples accesos, múltiples vínculos y múltiples determinaciones entre esos grupos que funcionan como subsistemas.
Lo que queda claro en esta investigación es la profunda revolución teórica que introdujo en las ciencias sociales la intervención de las TIC en el contexto de la educación. Una relación que recolocó el estudio de las comunicaciones y las prácticas de enseñanza -así como sus estrategias pedagógicas y didácticas-, en el marco de la virtualidad y en la manera de integrarlas a los procesos de aprendizaje, al mismo tiempo que libró nuevas luchas de significación enmarcadas en análisis pedagógicos tradicionales, de lenguaje, de sentido y del discurso.
Por último, al momento de escribir estas líneas finales nos encontramos inmersos en el país en una situación excepcional: la pandemia del Covid-19 (coronavirus) y la suspensión de clases presenciales, como medida sanitaria, declarada por el gobierno nacional. Las medidas de aislamiento social que se impusieron a nivel nacional a raíz de la pandemia dejaron en evidencia que la apropiación de los espacios TGS, en el ámbito educativo, son aún muy incipientes y deficientes, ya que evidencian que los modos de enseñanza no han cambiado significativamente a partir del uso de las TIC en el proceso educativo. Tal como ya se señaló, si bien la enseñanza migró a un modelo mixto (presencial-virtual), la pandemia estaría mostrando que las prácticas y la apropiación de las TIC, por parte de los docentes, está anclada fuertemente en el modelo de enseñanza presencial. El soporte tecnológico parece no haber ayudado a sostener procesos educativos y relacionales dentro del espacio virtual de aprendizaje y, además, visibilizó que esas plataformas educativas no lograron avanzar más allá de habilitar tareas o generar un repositorio de materiales académicos dentro de la FIC y la Udelar. Un estudio reciente relevó que ocurría con los estudiantes que ingresaban a la FIC en el contexto de emergencia sanitaria y que obligó a todas las unidades curriculares a adecuarse a los cursos a distancia, de forma virtual (Parentelli, Osorio, García; 2020). La conclusión a la que arriba ese trabajo es que aún falta entender, problematizar y formar, en clave didáctica, sobre el funcionamiento y los cambios que habilitan las herramientas y espacios tecnológicos como los Entornos Virtuales de Aprendizaje (EVA).
La pandemia mostró también que si bien la conectividad en Uruguay es “buena”, en relación con otros países latinoamericanos, en muchas zonas de nuestro país aún es un problema el acceso a Internet, tal como se recoge en las diversas reuniones docentes de coordinación para monitorear el seguimiento de los estudiantes en los cursos virtuales; así como también la carencia de equipo tecnológico de muchos estudiantes para el seguimiento de los cursos. El acceso a las tecnologías por parte de los sectores más vulnerables es un problema que sigue visibilizando la estratificación social y la brecha digital en nuestro país.
También resulta interesante señalar el discurso paradojal del gobierno nacional en medio de la pandemia, ya que por un lado pide y agradece el esfuerzo docente por la continuidad pedagógica virtual en todos los niveles de la educación y, por otro parte, anuncia que se pretende recortar un 15% el presupuesto en la ejecución presupuestal de algunos incisos del presupuesto 2020.
Entendemos que reforzar las políticas públicas en el ámbito de la educación parece ser un tema clave para garantizar la democratización de la enseñanza, disminuir las brechas sociales y generar más y mejores oportunidades para los sectores vulnerables; solo así se podrá lograr que muchos jóvenes queden por fuera de la “continuidad pedagógica” que reclama el mismo estado.
Referencia
Parentelli, V.; Osorio, F.; García, S. (2020). Caracterización sobre aspectos relacionados al tránsito curricular de la generación de ingreso 2020 en el marco de la virtualización de las propuestas de enseñanza en la FIC.